martes, 22 de julio de 2014

El camino Inca: un patrimonio de la humanidad en peligro

La ruta que parte de la costa central y se eleva hasta la cordillera es una de las menos conocidas en Perú.

Nelly Luna Amancio

El sendero es estrecho, el viento golpea fuerte y la altura subordina el equilibrio. Sobre lo alto de estos cerros de la costa central de Perú, a solo dos horas de Lima, se construyó uno de los tramos más complejos del Qhapaq Ñan, o Camino Real Inca.

Los 230 kilómetros de este sector que une Lima con los Andes centrales representan apenas una pequeña parte de los 50.000 kilómetros de toda la red vial inca, que esta semana fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.

El Qhapaq Ñan conectaba estratégicamente los actuales territorios de Perú, Ecuador, Colombia, Chile, Bolivia y Argentina. Su nominación ante la Unesco, presentada por los seis países andinos en un solo expediente técnico, demandó casi una década de trabajo.

La ruta que parte de la costa central y se eleva hasta la cordillera es una de las menos conocidas en Perú y constituye uno de los mejores ejemplos del dominio inca sobre la geografía.

En sus curvas hay que caminar despacio y no mirar abajo.

Camino en peligro

Arriba apenas se escucha el rumor del río Lurín, que se abre paso a un costado del pueblo más cercano, Nieve Nieve. Pero la quietud que nos da la altura se quiebra abajo, donde el paisaje resume las principales amenazas que enfrenta el Camino Inca en Perú: el desordenado crecimiento urbano y el avance de los cultivos agrícolas.


Expertos aseguran que el nombramiento de la Unesco contribuirá a la mejora del camino.



Expertos aseguran que el nombramiento de la Unesco contribuirá a la mejora del camino.
Con el tiempo varios tramos se han vuelto más angostos por el desuso, la destrucción y la falta de mantenimiento.

Pero hay algo que el tiempo no ha quebrantado del todo: las sólidas estructuras de piedra que sirven de base al camino y desafían sus pendientes.

Las autoridades del Ministerio de Cultura de Perú aseguran que con la reciente declaratoria de la Unesco se impulsará la protección de varios tramos de la ruta, incluyendo ésta.

La fragilidad del patrimonio

"De todas las vías transversales, la ruta Pachacámac-Xauxa es una de las mejor conservadas", dice Camila Capriata, arqueóloga y coordinadora del proyecto. Sin embargo, la expansión agrícola ha comenzado a acorralar algunos centros arqueológicos.

En los 230 kilómetros del tramo Pachacámac-Xauxa hay alrededor de 120 sitios arqueológicos prehispánicos, incluyendo el de Nieve Nieve, un amplio espacio de tradición prehispánica y del que todavía se ha investigado muy poco.

Las plantaciones de tuna, fruta que crece en la costa y los Andes, no solo han acorralado el complejo principal de Nieve Nieve: han destruido parte de otro espacio ubicado 300 metros más allá.

Los propietarios de las plantaciones sustraen las piedras de los sitios y los usan para cercar sus cultivos. Han usado, además, el camino inca para instalar tubos de plástico que trasladan agua de la parte alta del río para la siembra en las chacras.

"Tememos que el tubo filtre agua y dañe el camino, por eso queremos conversar con su propietario para que cambie la ubicación", dice Capriata.

En la costa y los Andes

Lo que ocurre con el camino Pachacámac- Xauxa se repite en otros lados de la costa.

"Estos han sufrido un abandono más drástico porque nadie los usa, a diferencia de lo que pasa en los Andes, donde las comunidades los siguen usando", explica Guido Casaverde, coordinador del área de investigación y registro del Proyecto Qhapac Ñan en Perú.

En los Andes, los problemas son otros.

"La explotación minera y la construcción de carreteras", precisa el experto.

Las técnicas usadas por los incas para la construcción del camino dependieron siempre de la geografía. "Los caminos son delgados en la costa porque la geografía no permitía hacerlos más amplios como en los Andes", explica Casaverde.

Los usos de estas rutas, sin embargo, siempre tuvieron que ver con la necesidad de interconectar a las comunidades, una mejor administración del Estado y el intercambio de productos. De la costa se llevaban pescados y conchas de mar, y de los Andes se traían frutas y otros productos como la hoja de coca.

Los científicos consideran que con la declaratoria de la Unesco se profundizarán también las investigaciones de los más de 2.000 sitios arqueológicos ubicados a lo largo de la red vial inca.

"Nos falta investigar más otros sitios que están alrededor del camino principal", dice Camila Capriata.


La ruta del Inca sirvió para conectar países que comparten la cordillera de los Andes.

La ruta del Inca sirvió para conectar países que comparten la cordillera de los Andes.

Fuente: BBC Mundo

No hay comentarios:

Publicar un comentario